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La «personalidad» de un blogSegún lo visto, un blog sería cualquier página dotada de una estructura cronológica inversa, con un sistema de comentarios acompañado por algún tipo de reacción visible a los mismos, e hipervínculos que permiten averiguar el origen del tema comentado o las páginas en las que obtener más información. ¿Existen más elementos? Sin duda, pero a medida que los añadimos, entramos en criterios ya puramente subjetivos.Por ejemplo, la mayoría de los blogs incluyen, a modo de «secciones fijas», elementos tales como una reseña «sobre el autor», el llamado blogroll (o lista de fuentes recomendadas), un moblog con fotos o una serie de «mini escarapelas» o stickers dando crédito a determinados sitios y herramientas que utilizan; esto puede ser considerado un elemento de estilo, pero su grado de generalización disminuye notablemente.Las tags o etiquetas de clasificación de cada post, o las categorías, son igualmente elementos sumamente interesantes, que permiten una navegación conceptual por el blog que puede resultar en ocasiones muy interesante, pero su uso no parece alcanzar todavía el nivel de extensión que lo convertiría en un estándar, y de hecho, hay gestores de contenidos que no incorporan estos elementos directamente.


Interactividad: Una de las características principales de las bitácoras es su interactividad. Si te fijas, al final de cada entrada o “post” encontrarás un vínculo: Comentarios. Si pinchas se abrirá una ventana en la que podrás comentar lo que mejor te parezca sobre el contenido del post, sobre la lluvia en Malasia o sobre las polillas que invaden tu cartera. El administrador de la página tiene la capacidad de borrar los comentarios, así que se recomienda un mínimo de decoro y, por supuesto, no hacer publicidad irrelevante (me refiero a cosas como “bonita página, ahora visite la mía en la que podrá encontrar la forma de alargar su pene 84 centímetros).




Inmediatez: La flexibilidad de los sistemas de gestión de las bitácoras te dan la capacidad de escribir muy rápidamente y que el resultado aparezca al instante en la red con sólo presionar un botón. Es una gran ventaja que hace que se conviertan ya no sólo en un medio de expresión, sino también en un medio de comunicación rápido aunque no siempre fiable.
El fenómeno de los enlaces y los trackbacks: Las bitácoras suelen agruparse (al igual que las estrellas) en cúmulos de bitácoras. Cada blogger (término empleado para definir a un escritor de weblogs) tiene sus preferencias que se reflejan en una sección que suele aparecer en casi todas estas webs y que define en gran medida lo que le gusta, los temas que prefiere o los diseños que escoge: los enlaces. Pero además los bloggers contamos con una herramienta que, bien empleada, puede incluso suplir la falta de fuentes que implica la individualidad, se trata del Trackback. Cuando un blogger cree que su información está relacionada con otra, utiliza el trackback (que aparece al final de cada post) para enlazarse con ella. Es una forma de crear una red de discusión que puede coseguir que una información en principio sesgada, se convierta en un todo uniforme y útil para el lector.



Temática: Al tratarse de páginas personales, existen multitud de temáticas en los weblogs. A saber, desde los problemas de un adolescente con su acné pajero, hasta los sesudos metaestudios de las grandes bitácoras, centrados en el desarrollo de redes sociales o del fenómeno de la comunicación digital. Es un océano que los metablogs (organizadores de blogs como bitácoras.com y bitácoras.net) hacen más transitable.
Gestores: La forma de gestionar las bitácoras también es diferente al del resto de páginas web. Son herramientas multifuncionales que suelen incorporar desde un sencillo editor de textos hasta el gestor ftp, pasando por un editor de plantillas. Las más comunes son:
Blogger, Movable Type y WordPress entre otras, aunque para empezar la más sencilla y la que menos recursos necesita es blogger.


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